COMO UTILIZAR UN EXTINTOR.

La utilidad de un extintor está más que comprobada y casi toda la población conoce la gran utilidad de esta herramienta en la extinción de incendios pero, ¿Sabemos utilizarlo?, en caso de que se produzca un incendio, ya sea doméstico o en la oficina ¿Sabríamos que pasos dar para utilizarlo correctamente?. 

Es por ello por lo que hemos creado este tutorial, donde vamos a explicar cómo utilizar un extintor ante un posible riesgo de incendio.

 procedemos a explicar su utilización:

1. Retirada del seguro del Extintor. 

Todo extintor que cumpla la normativa, lleva acoplado un seguro, en forma de pasador o tope, que impide su accionamiento involuntario, por lo que para su utilización es necesario su retirada- una vez retirado este seguro, el extintor quedará listo para su uso.

2. Preparativos de uso 

Para que el extintor cumpla su cometido, el cuerpo del mismo debe estar lleno con el agente extintor bajo presión del gas impulsor. Es necesario, por tanto, proteger la apertura del botellín del gas, accionando la válvula que lo cierra mediante una palanca, con lo que el gas pasa al cuerpo y lo presuriza a la presión de descarga. Esta operación no llevará mucho tiempo, ya que se tarda aproximadamente 4 ó 5 segundos. Al abrir la válvula o la pistola del extintor la presión del gas expulsa al agente extintor que es proyectado por la boquilla difusora, con lo que el extintor estará en funcionamiento.

Dependiendo del tipo de extintor, la operación del mismo puede ser distinta:

• Extintores de presión incorporada: Operan soportando el extintor por la válvula con una mano, accionando ésta, mediante una presión de la misma mano y dirigiendo la manguera y la boquilla con la otra mano
• Extintores de Presión adosada: Se libera el gas impulsor, mediante la pulsación de la palanca y a continuación se levanta el extintor con una mano por el soporte o asa que lleva el cuerpo y se dirige la manguera, operando la pistola con la otra mano.

3. Extinción de las llamas

Uno de los aspectos más importante es el modo en el que se procede a la extinción de las llamas, ya que de ello puede depender la extinción exitosa del fuego.

Esta se realiza de una forma análoga en todos los casos, dirigiendo el agente extintor hacia la base de las llamas más próximas, moviendo el chorro en ¡¡zig-zag!! y avanzando a medida que las llamas se van apagando, de modo que la superficie en llamas disminuya de tamaño evitando dejar focos que podrían reavivar el fuego. Siempre que sea posible, se ha de procurar actuar con el viento a favor, de este modo no solo nos afectará menos el calor, sino que las llamas no re-incendiarán zonas ya apagadas.

Hay dos aspectos importantes a tener en cuenta una vez que haya extinguido el fuego:

• Si el fuego se hay producido en sólidos,  vez apagadas las llamas, es conveniente romper y espaciar las brasas con algún instrumento, con los pies y volviéndolas a rociar con el agente extintor de modo que queden bien cubiertas.
• En caso de producirse en líquidos, no es conveniente lanzar el chorro directamente sobre el líquido, sino de una manera tangencial, para que no se produzca un choque que derrame el liquido ardiente y esparza el fuego.

4. Consideraciones a tener en cuenta

En ocasiones puede suceder que debamos cambiar la posición de ataque a las llamas, para lo cual se debe interrumpir el chorro de agente, dejando de presionar la válvula o la boquilla.

Es muy importante recargar el extintor aún cuando no haya sido necesario vaciarlo, ya que no sólo puede perder la presión sino que en otra emergencia la carga residual podría no ser suficiente!!